Saludo del Párroco 2010

Como sin darnos cuenta, poco a poco nos vamos acercando un año mas a celebrar las fiestas de nuestro pueblo. El 18 de Agosto, próximo ya, marca siempre un antes y un después en la fe de todo santaelenero hacía su Emperatriz. Un pueblo que se viste sus mejores galas para honrar y venerar en estos días a su patrona con alegría festiva y fraternal, acogiendo a todos los que a ella se acercan, especialmente a tantos paisanos que, alejados durante todo el año de su gente y su patrona, vienen para recoger la tradición de nuestros mayores que honraban a Nuestra Emperatriz con la celebración de estos días solemnes en torno a ella.
Aunque estos días suponen el culmen dentro de la veneración a Santa Elena, la verdad es que durante todo el año nos venimos preparando a estas fiestas, con los actos organizados tanto por la parroquia como por la Cofradía de Nuestra Patrona. Durante los sábados mas próximos al 18, al concluir la Eucaristía, dirigimos nuestra mirada hacía su bendita imagen y cantamos ese himno que conmueve el corazón y alienta la fe. El 13 de Junio pasado celebramos el LV aniversario de la coronación de Santa Elena donde en nombre de todos los fieles, coloco en la sien de la Santa Emperatriz la corona de gloria que no se marchita. Me da una grata alegría observar como muchos devotos hijos del pueblo, venidos incluso desde el extranjero y que llevan muchos años alejados de su tierra, acuden a la parroquia para saludar y postrarse ante nuestra bendita imagen (e incluso derramar lágrimas y suspiros ante ella). Ofrendas de flores, velas, oraciones y promesas que están presentes ante la Santa para que interceda ante el Santo de los santos hace que la devoción no se quede sólo durante estos días de Agosto.
Todo ello hace que la devoción a nuestra Emperatriz se extienda durante todo el año. Me da pena ver como muchos piensan que la feria y la procesión del 18 son suficientes para demostrar la fe a su patrona. Sinceramente, se equivocan, la fe en Santa Elena y en Dios se debe vivir todo el año. ¿O es que alguien se acuerda solo de lo que mas quiere durante un día al año? Pondré un ejemplo: Unos padres mayores, a pesar de que sus hijos se desentiendan de ellos, están ahí callada y pacientemente esperando algún cariño de sus hijos que tanto quieren. Pues así es nuestra Emperatriz. En el frío invierno, en el caluroso verano, todo el año vela por nosotros desde su camarín. Sus ojos miran a todas horas a su pueblo y a sus devotos. Sus manos acogen la cruz en nombre de tantos de sus hijos que andan con problemas, enfermedades y situaciones difíciles para intentar remediarlos. Su cabeza porta la corona gloriosa de tantos santaeleneros que viven su fe sincera, dando gracias por el amor que Dios nos tiene y las alegrías que nos concede.
Esto es lo que nos debe animar y alentar en nuestra vida. Acoger la cruz de cada día como ella lo acoge y convertirla en cruz redentora, mirar a los demás con los ojos misericordiosos con que ella nos mira, dar gracias a Dios por cada oportunidad que nos concede para seguir caminando y disfrutar de la vida. Estos y muchos más son motivos suficientes para agradecer en estas fiestas tantas cosas que nos concede el Señor por intersección de nuestra Santa Emperatriz.
Solo me queda desearos a todos en nombre de la Parroquia unas felices fiestas en honor a nuestra patrona. Que sean unas fiestas llenas de alegría jovialidad, de reunión familiar y de paz en torno a la que es el santo y seña de la fe de nuestro pueblo. También dar las gracias a tantas personas que año tras año hacen posible que estas fiestas patronales sean de la altura que este pueblo se merece. Que el Señor y nuestra Emperatriz premien sus esfuerzos.
Un saludo de corazón para todos.
¡VIVA SANTA ELENA!
¡VIVA NUESTRA EMPERATRIZ!
¡VIVA NUESTRA PATRONA!
Jesús Diez del Corral Navío. Vuestro párroco.