Carta del Párroco 2008

SANTA ELENA SEDNOS LUZ
Cuando nuestros oídos escuchen de nuevo el bullicio de un pueblo en fiesta. Cuando nuestros ojos vean a gente querida que no vemos desde hace mucho y de una mujer que pasea triunfante por nuestras calles. Cuando nuestro olfato perciba el olor de la traca, de los chorizos a la brasa y de los claveles frescos. Cuando nuestro tacto perciba la brisa suave de Agosto y las caricias de personas conocidas. Entonces un santaelenero podrá decir: ya estamos en feria.
Un año mas, queridos santaeleneros, nuestro pueblo se viste las mejores galas para rendir un especial homenaje a todos los que durante este mes de Agosto os acercáis a nuestro pueblo para celebrar nuestras fiestas patronales. Pero no hemos de olvidar que nuestra fiesta tiene en el centro de todas las celebraciones a una mujer; nuestra patrona. Ella que mora todo el año en su camarín, el día grande del 18 de Agosto quiere acercarse a sus hijos, los santaeleneros, pasear como la Emperatriz humilde y sencilla con la Cruz agarrada, ver de nuevo a los ausentes y los presentes, oír los vivas que salen de bocas anónimas, sentir el calor de un pueblo que la arropa en su procesión, gustar de un pueblo que la venera como protectora.
Muchos acontecimientos marcan las fiestas en honor a nuestra patrona: los toros, los conciertos, las verbenas, la procesión, etc. Pero como vuestro párroco quisiera insistir en la importancia que deben tener para nosotros la participación tanto en la Novena en honor a Santa Elena así como la misa solemne en honor a nuestra Emperatriz. Actos en los que todos en cierta medida estamos implicados por el amor que profesamos a Santa Elena y por ello de nuestro interés y aprecio.
El año pasado me quedé impresionado al poder contemplar por primera vez cómo un pueblo rotundamente cantaba en la Novena a una voz los Gozos de Santa Elena resumidos en el sintético pero sencillo estribillo: “Santa Elena, sednos luz, para adorar su esplendor”.
Esta frase resume lo que ella supone para los santaeleneros. Ella debe ser el faro que nos alumbre al encuentro con el Señor. De nada nos serviría tenerla como protectora si no tuviéramos al esplendor por excelencia que alumbra a Santa Elena y nos alumbra a los santaeleneros. Que ella nos siga alumbrando para llegar a nuestro particular camino como Iglesia ante el Señor y podamos contemplar su esplendor.
Ella siempre alumbrará, a todos sin distinción, a todos los que han nacido en este rincón de Sierra Morena, a los que están fuera, a los que habitamos dentro, a los enfermos, a los niños, a los mayores, a los jóvenes, a los que creen y los que no creen, a los que ya no están entre nosotros, a todos alcanza este esplendor. Desde su camarín reza al Señor por sus devotos y por el pueblo que lleva su nombre.
En nombre de la Parroquia y de todos los que la componemos que sois también vosotros, os deseo una provechosa Novena para que la Emperatriz nos conceda los beneficios de Dios y sobre todo desearos unas felices fiestas rodeados de los vuestros y de quien es nuestro mejor refugio; nuestra Emperatriz Santa Elena.
¡VIVA SANTA ELENA!
D. Jesús Diez del Corral Navío
Vuestro párroco